Distorsión cognitiva en trastornos de la conducta alimentaria

mujer viendo en el espejo y teniendo distorsión cognitiva de su imagen en la conducta alimentaria

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) es un término que se refiere a una variedad de condiciones médicas y psiquiátricas que afectan la relación de una persona con la comida, el peso y la imagen corporal. Los TCA son trastornos complejos que involucran una combinación de factores genéticos, biológicos, psicológicos, sociales y ambientales, pueden tener consecuencias físicas, emocionales y sociales graves, y pueden poner en peligro la vida de quienes los padecen.

Hoy hablaremos de:

¿Cuáles son los trastornos de la conducta alimentaria?

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son condiciones que están relacionadas con conductas alimentarias y preocupaciones por el peso corporal y la imagen. Entre los cuales se encuentran:

  • Anorexia nerviosa: Caracterizada por una preocupación obsesiva por el peso corporal y la comida, lo que lleva a una restricción extrema de la ingesta de alimentos y a menudo a un peso corporal peligrosamente bajo. Las personas con anorexia a menudo tienen una percepción distorsionada de su propio cuerpo y pueden verse a sí mismas como sobrepeso incluso cuando están extremadamente delgadas.
 
  • Bulimia nerviosa: Se caracteriza por episodios recurrentes de ingestión compulsiva de grandes cantidades de alimentos seguidos de comportamientos para evitar el aumento de peso, como el vómito autoinducido, el uso excesivo de laxantes o el ejercicio extremo. A diferencia de la anorexia, las personas con bulimia pueden tener un peso corporal dentro del rango normal o incluso sobrepeso.
 
  • Trastorno por atracón: Implica episodios recurrentes de ingestión compulsiva de grandes cantidades de alimentos en un período de tiempo relativamente corto, acompañados de una sensación de falta de control sobre la alimentación. A menudo, las personas con este trastorno experimentan sentimientos intensos de vergüenza, culpa y malestar después de los atracones, pero no recurren a comportamientos compensatorios como el vómito o el ejercicio excesivo.
 
  • Trastorno de la alimentación selectiva o evitativa: Caracterizado por una aversión a ciertos alimentos o una restricción significativa en la variedad o cantidad de alimentos que se consumen, lo que puede provocar deficiencias nutricionales y problemas de crecimiento en los niños.
 
  • Conductas purgativas: Son comportamientos destinados a eliminar las calorías consumidas, y son características de ciertos trastornos de la conducta alimentaria, como la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. Estas conductas suelen ser una respuesta a los sentimientos de culpa, vergüenza o ansiedad relacionados con la comida y el peso. Algunas de las conductas purgativas más comunes incluyen:
 
  1. Vómitos autoinducidos: La persona se provoca el vómito después de comer para eliminar el alimento consumido. esto puede implicar provocarse el vómito usando los dedos, bebiendo grandes cantidades de líquido o usando otros métodos.
  2. Uso excesivo de laxantes: La persona abusa de laxantes para tratar de eliminar rápidamente los alimentos consumidos y evitar la absorción de calorías.
  3. Uso excesivo de diuréticos: El consumo excesivo de diuréticos para aumentar la excreción de líquidos y reducir temporalmente el peso corporal.
  4. Ayuno o ejercicio excesivo: La persona puede intentar compensar el exceso de alimentos consumidos mediante el ayuno prolongado o el ejercicio físico excesivo.

Las conductas purgativas pueden ser perjudiciales para la salud física y mental a largo plazo y pueden llevar a complicaciones graves, como desequilibrios electrolíticos, deshidratación, problemas gastrointestinales, daño renal, y trastornos del ritmo cardíaco, entre otros. Además, pueden mantener el ciclo de la alimentación compulsiva y la purga, contribuyendo así al mantenimiento del trastorno de la conducta alimentaria.

Distorsiones cognitivas en los TCA

Las distorsiones cognitivas son pensamientos irracionales o sesgados que pueden influir en las emociones y comportamientos de una persona. En el caso de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa o el trastorno por atracón, las distorsiones cognitivas son comunes y pueden contribuir al mantenimiento y la exacerbación del trastorno. Algunas de las distorsiones cognitivas específicas que se encuentran en los TCA incluyen:

  • Pensamiento dicotómico: Ver las situaciones en términos absolutos, como “todo o nada”, “buenas o malas”, “gordo o delgado”. Por ejemplo, una persona con anorexia podría considerar que solo es aceptable estar extremadamente delgado y que cualquier peso por encima de cierto umbral es inaceptable.
 
  • Sobre-generalización: Extrapolación de un evento específico a una conclusión generalizada. Por ejemplo, una persona con bulimia nerviosa podría tener un atracón ocasional y concluir que es una “fracasada total” en el control de su alimentación.
 
  • Filtrado mental: Centrarse exclusivamente en los aspectos negativos de una situación mientras se ignoran los positivos. Por ejemplo, una persona con anorexia puede ignorar los cumplidos sobre su apariencia y enfocarse únicamente en las críticas percibidas sobre su peso.
 
  • Catastrofización: Exagerar las consecuencias de un evento o situación. Por ejemplo, una persona con anorexia nerviosa podría creer que ganar un poco de peso llevará a un aumento descontrolado y permanente de peso.
 
  • Etiquetado: Asignar etiquetas negativas a uno mismo o a los demás en función de errores o defectos percibidos. Por ejemplo, una persona con anorexia podría etiquetarse a sí misma como “gorda; o fracasada”; si come más de lo planeado.
 
  • Control excesivo de pensamiento: La creencia de que controlar los pensamientos es fundamental para el control de la vida en general. Por ejemplo, una persona con anorexia puede sentir la necesidad de controlar obsesivamente cada pensamiento relacionado con la comida y el peso.
 

Estas distorsiones cognitivas pueden ser desafiantes de abordar, pero la terapia cognitivo-conductual (TCC) y otras formas de terapia pueden ayudar a las personas con TCA a identificar y desafiar estos pensamientos distorsionados para desarrollar una perspectiva más realista y saludable sobre la alimentación, el peso y la imagen corporal.

Terapia cognitivo conductual para el TCA

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es uno de los enfoques terapéuticos más efectivos para el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. Aquí hay algunos aspectos clave de cómo se aplica la TCC en el tratamiento de los TCA:

  • Evaluación Inicial: El terapeuta realiza una evaluación exhaustiva para comprender los síntomas, la historia personal, los factores desencadenantes y los mecanismos de afrontamiento del paciente con respecto a su trastorno de la conducta alimentaria.
 
  • Educación: El terapeuta educa al paciente sobre los TCA, incluyendo sus causas, síntomas y consecuencias. Esto puede ayudar al paciente a comprender mejor su trastorno y a motivarse para el cambio. Identificación de distorsiones cognitivas: La TCC se centra en identificar y desafiar las distorsiones cognitivas o pensamientos irracionales que contribuyen al mantenimiento del TCA. Por ejemplo, ayudar al paciente a cuestionar creencias distorsionadas sobre la comida, el peso y la imagen corporal.
 
  • Establecimiento de metas: El terapeuta trabaja con el paciente para establecer metas realistas y alcanzables relacionadas con la alimentación, el peso y la imagen corporal. Estas metas se revisan periódicamente y se ajustan según sea necesario.
 
  • Técnicas de reestructuración cognitiva: Se utilizan técnicas específicas para ayudar al paciente a cambiar sus patrones de pensamiento negativos y distorsionados. Esto puede incluir la identificación y la disputa de pensamientos automáticos negativos, la búsqueda de evidencia que apoye y refuerce los pensamientos realistas y saludables, y la práctica de pensamientos alternativos más adaptativos. 
 
  • Entrenamiento en habilidades de afrontamiento: Se enseñan habilidades específicas para hacer frente a los desencadenantes emocionales y situacionales que pueden provocar conductas alimentarias problemáticas. Esto puede incluir técnicas de manejo del estrés, resolución de problemas y habilidades de regulación emocional.
 
  • Prevención de recaídas: Se trabaja con el paciente para identificar factores de riesgo de recaída y desarrollar estrategias para prevenir la recaída a largo plazo. Esto puede incluir el desarrollo de un plan de acción para hacer frente a situaciones desafiantes y el fortalecimiento de la red de apoyo del paciente.

La TCC para los trastornos de la conducta alimentaria generalmente se realiza de manera individual o en grupos pequeños, y puede complementarse con otras modalidades de tratamiento, como la terapia familiar y la atención médica. La colaboración entre el paciente, el terapeuta y otros miembros del equipo de tratamiento es fundamental para el éxito a largo plazo en la recuperación de los TCA.

Gracias por llegar hasta el final de este artículo que fue escrito por Luisa psicóloga magíster del Consultorio Psicológico María Paula, lo hice con cariño y entrega para ti, te dejo un podcast sobre alimentación, hábitos y salud mental, que te ayudará a reconocer el impacto de tus propios hábitos ante estas situaciones. Si te gustó, no olvides compartirnos  y así llegar a más personas.

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