LA TERAPIA PSICOLÓGICA ESTÁ DIRIGIDA PRINCIPALMENTE A DOS GRUPOS DE PACIENTES: Por un lado, está orientada a aquellos pacientes con un trastorno psicológico (por ejemplo, ansiedad, depresión, fobias, anorexia, bulimia, adicciones, etc.) En estos casos, el objetivo principal de la terapia será, en primer lugar, el control de los síntomas que se presenten y el aprendizaje de estrategias y habilidades que prevengan la reaparición de los síntomas. Por otro lado, la psicoterapia también está orientada al crecimiento personal y a la solución de problemas. No es necesario presentar un trastorno psicológico para poder beneficiarse de la ayuda psicoterapéutica. Dentro de este grupo de clientes encontramos, por ejemplo: • Dificultades de adaptación a nuevas situaciones vitales (duelo, separación, cambio de residencia, etc.) • Mejora de habilidades personales (habilidades sociales, estrategias de afrontamiento, autoestima, crecimiento personal, habilidades al hablar en público, etc.) • Asesoramiento en procesos de toma de decisiones y solución de problemas: a nivel laboral, familiar, personal, de pareja, etc. • Orientación y asesoramiento a padres sobre temas relacionados con la educación de los hijos: desobediencia, disciplina, rabietas, estudio, pautas de crianza etc. • Mejora del rendimiento escolar, aprendizaje de técnicas de estudio, etc.